Las uñas son una expresión de nuestra salud y cuidado personal. Están a la vista en todo momento, en el trabajo, cuando escribimos en el teclado, en eventos sociales durante una conversación o mientras bebemos algo. Por eso, cuando están sanas y cuidadas nos brindan seguridad y son parte de nuestra presentación.
Muchas mujeres suelen preocuparse al notar que sus uñas se vuelven frágiles y/o quebradizas. Esta condición, conocida como fragilidad ungueal, genera alteraciones en su crecimiento y afecta hasta el 20% de la población general, siendo más común en mujeres.
¿Por qué se parten? Las uñas están compuestas por capas de una proteína estructural llamada queratina. Cuando se ven expuestas a químicos de uso cosmético como el quitaesmalte, a técnicas de manicura como el kapping gel o el esmaltado semipermanente de manera frecuente o al lavado excesivo de manos, las láminas de queratina pueden comenzar a separarse, debilitando la uña. Los microtraumas y/o una alimentación desbalanceada también pueden dañarlas.
Sin embargo, ¡no todo está perdido! Existen soluciones que pueden ayudar a fortalecerlas y recuperar su belleza natural. Una de las claves para dejar atrás las uñas quebradizas es mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en nutrientes como la L-Cistina, el zinc, la biotina y las vitaminas B5 y B6.
Mientras que la L-Cistina es el aminoácido más importante presente en el cabello, la piel y las uñas, ya que activa los procesos de queratinización, fortaleciendo y protegiendo el crecimiento; la Biotina -también llamada vitamina B8- actúa como cofactor de distintas enzimas celulares que intervienen en procesos metabólicos que hacen a la formación de la estructura del pelo y las uñas.
También se pueden considerar suplementos dietarios que proporcionen estos nutrientes de manera concentrada, así como adoptar una nueva rutina para tus manos. Como parte de ella es importante:
- Espaciar en el día a día el uso de quitaesmaltes u optar por aquellos libres de acetona.
- Evitar morderte las uñas o quitarte las cutículas.
- Usar crema humectante y productos fortalecedores para las uñas.
- En caso de realizarte manicura semipermanente, intentá dejar descansar las uñas cada tanto, ya que la remoción de su esmaltado de manera frecuente puede provocar la destrucción de la capa natural presente en la superficie de la uña y volverlas quebradizas.
Un cuidado adecuado a nivel nutricional, acompañado de ciertos nuevos hábitos en específico, puede proporcionar más beneficios para tus uñas de los que pensabas. ¡Ponelos en práctica y decile adiós a las uñas quebradizas!
Si el problema persiste, no dudes en consultar con tu dermatólogo.