Todos notamos alguna vez que en el peine, después del cepillado, se estaba acumulando más pelo de lo deseado o lo encontramos sobre nuestra ropa. Se trata de algo natural: las personas suelen perder entre 70 y 100 hebras de cabello por día que luego son reemplazadas por otras.
Si bien es un proceso normal puede generar preocupación cuando se empieza a percibir que el cabello nuevo no reemplaza adecuadamente al que se ha perdido.
La caída capilar temporal afecta a muchas personas. En datos, alrededor del 33% de las mujeres en el mundo la enfrentan en algún momento.
Uno de los motivos más comunes es por los cambios hormonales, como los generados durante el embarazo, la menopausia o por condiciones endocrinológicas. Allí, las hormonas actúan sobre los folículos pilosos, reduciendo gradualmente la resistencia del cabello y retrasando su crecimiento.
También puede influir una alimentación desbalanceada, la utilización de productos inadecuados y la reiterada exposición a situaciones de estrés. De hecho, las mujeres que llevan una vida estresante tienen once veces más probabilidades de sufrir pérdida de cabello.
Si bien las causas son diversas, recuperar la fuerza, vitalidad y salud de tu cabello es posible. Hay muchas formas de alcanzar esa belleza saludable que buscás. La pregunta es: ¿cómo lograrlo?
Te compartimos algunos consejos claves para tratar la caída capilar, prevenir su daño sin importar qué lo origina y fortalecer tu pelo:
- Mejorar la alimentación: asegurate de consumir una dieta rica en vitaminas y minerales esenciales para la salud de tu cabello. Toda alimentación debe ser variada, suficiente y saludable. Los alimentos ricos en hierro, como la espinaca, las lentejas y la carne magra, contribuirán a transportar oxígeno a los folículos pilosos. Otros con alto contenido de zinc (frutos secos, pollo, huevos) ayudarán a proteger al bulbo capilar de los factores que lo debilitan. Por último, el pescado, la palta, la yema de huevo y las semillas poseen un alto contenido de Biotina (vitamina B8) que ayudará a mejorar el crecimiento y fortalecimiento del cabello.
- Incorporar suplementos nutricionales específicos: un complemento dietario puede ayudarte a incorporar aquellos nutrientes que mediante la alimentación resultan más difíciles, así como también a reforzar algunos otros. La L-Cistina, el hierro y la cucurbita pueden ayudar a fortalecer tu cabello y promover su crecimiento.
- Incorporar L-Cistina puede ser beneficioso ya que este aminoácido no esencial tiene un rol fundamental en el proceso de queratinización, es decir, aquel en el que se desarrollan los tejidos de la piel, el cabello y las uñas, volviéndolos más fuertes y resistentes.
- También es importante reforzar los niveles de algunas vitaminas: la vitamina B6 ayuda a lograr una correcta absorción del zinc y la L-Cistina y la vitamina B5 es importante para la correcta utilización de los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos, para lograr un cabello sano y fuerte.
- Manejo del estrés: dedicarle unos minutos al día a una actividad de tu agrado, ya sea leer, escuchar música o dibujar —entre otras—; así como practicar técnicas de relajación, puede ayudarte a reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés) en el cuerpo. Algunas ideas extra: hacer yoga, realizar ejercicios de respiraciones profundas o conversar con personas de confianza sobre lo que te preocupa.
- Cuidado capilar adecuado: utilizá productos especiales, como shampoos tratantes para la caída del cabello, y reducí el uso de planchas y secadores.
Sin dudas el pelo es parte de la identidad de cada mujer. Por eso, cada buen hábito que incorpores será esencial para prevenir la caída capilar. Ante los primeros “signos del cepillo”, no dudes en consultar con un profesional médico para encontrar la solución más adecuada.