Cuidado diario del cabello: pequeños hábitos, grandes resultados.

El cuidado capilar para lograr un cabello saludable no solo depende de utilizar los productos adecuados sino también de los hábitos en el día a día. Por eso, queremos compartirte información simple, pero efectiva para que cada paso de tu rutina contribuya al bienestar real de tu cabello.

1. Lavado: donde empieza todo

El lavado es el primer acto de cuidado capilar y, muchas veces, el más subestimado. Una técnica correcta puede marcar la diferencia entre un cuero cabelludo equilibrado y uno irritado, entre un cabello fuerte y uno propenso a la caída o al quiebre.

¿Qué debés tener en cuenta?

La frecuencia ideal es, en términos generales, día por medio. Sin embargo, esto depende del tipo de cuero cabelludo y del estilo de vida. Los cueros cabelludos grasos suelen requerir un lavado diario mientras que los cabellos más secos, sea por tratamientos químicos o por el paso del tiempo, pueden requerir una menor frecuencia. Por otro lado, si hacés deporte, trabajás al aire libre, cocinás a diario o simplemente porque no hacerlo te hacer sentir incómoda, el lavado diario también es perfectamente válido, siempre que uses productos adecuados de la manera correcta.

Usar la temperatura de agua adecuada.

Según expertos, la temperatura ideal del agua para lavar el cabello es tibia (entre 30 °C y 38 °C), ya que limpia eficazmente sin dañar la fibra capilar. Se recomienda realizar el último enjuague con agua fría (15 °C a 20 °C) para ayudar a sellar la cutícula y aportar mayor brillo.

Hacer dos lavados, el primero remueve suciedad e impurezas y el segundo limpia profundamente.

Masajear el cuero cabelludo estimula la microcirculación y favorece el crecimiento. Primero aplicar el shampoo sobre el cuero cabelludo y cabello húmedos, masajear suavemente y enjuagar. Luego repetir el procedimiento. Generalmente se recomienda dejar actuar el shampoo del segundo lavado uno o dos minutos. Es importante que leas las indicaciones del rótulo del producto.

No friccionar los largos durante el lavado. Podés utilizar la espuma que se desliza desde la raíz para higienizar suavemente el cabello.

Aplicar un bálsamo para acondicionar el cabello, luego del lavado con shampoo.El bálsamo se aplica en los largos, de medios a puntas, sin tocar la raíz. Generalmente se recomienda dejar actuar dos o tres minutos. Recordá que es importante que leas las indicaciones del rótulo del producto. Siempre debe enjuagarse completamente. Un enjuague insuficiente puede dejar residuos que apagan el cabello o lo sobrecargan. Es importante que elijas el bálsamo prestando atención al estado delos largos del cabello.

🔬 La acumulación de sebo, cuando el cabello no se lava con la frecuencia adecuada (menos de 3 veces por semana), puede favorecer el desarrollo de bacterias, inflamación y caída del cabello.

2. Cepillado: una herramienta de salud capilar

Más allá de desenredar, el cepillado cumple un rol clave en distribuir los aceites naturales, estimular el cuero cabelludo y prevenir el frizz, pero debe hacerse con técnica y herramientas adecuadas:

Desenredá el cabello húmedo, preferentemente en la ducha, aplicando bálsamo y usando un peine de dientes anchos.

Empezá desde las puntas y subí lentamente.

Evitá peines de metal o cerdas duras. Optá por cepillos de cerdas suaves o peines de dientes anchos.

No cepilles de más ni con fuerza. El exceso de fricción daña la fibra capilar.

3. Secado: proteger el cabello cuando está más vulnerable

El cabello mojado absorbe agua, lo que lo vuelve más elástico y frágil. Por eso, el secado merece atención especial:

No lo frotes con la toalla. Presioná suavemente para retirar el exceso de agua. Podés usar un turbante sin retorcer el cabello.  

No ates el cabello ni te vayas a dormir con el pelo mojado. Esto puede afectar su estructura interna, provocar quiebre o generar irritación en el cuero cabelludo.

Dejá que se oree, ya sea antes de utilizar el secador y, si esto no es posible, arrancá utilizando el secador sin realizar brushing. Luego de orear el cabello podés modelar con cepillo si lo deseás. De esta manera evitás la evaporación brusca del agua y dañar la cutícula.

Secá a temperatura media y a 20 cm de distancia.

Usá siempre protector térmico.

💡 Un secador con tecnología iónica, cerámica o turmalina ayuda a mantener la hidratación y evitar el frizz.

La ciencia del cuidado diario

Cuidar tu cabello es cuidar tu salud y cada acción cuenta. Elegir productos específicos para tu tipo de cabello, limpiar el cuero cabelludo correctamente y proteger tu fibra capilar del calor son decisiones que tienen resultados a largo plazo. Tu cabello tiene memoria y todo lo que hacés hoy se refleja mañana.
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